ARCHIVO DE BALVANERA

miércoles, 3 de junio de 2015

LOS RELATOS DE LOS SIN JUSTICIA: 3 de Junio al CONGRESO! (Miércoles 3 Junio 2015)

LOS RELATOS DE LOS SIN JUSTICIA:

Nadie me ayudó:
Gustavo vio cómo su papá le pegaba a su mamá, intentaba separarlos pero ella y él lo quitaban del medio. Corría a esconderse entre las piernas de su hermana que estudiaba en otra habitación, tenía un libro abierto frente suyo, no sabía de qué, leía, era raro, no reaccionaba.
Se indignó, y con todas sus fuerzas que eran las de un gorrión que intenta mover los arboles con su aletear sacudió su pierna al grito de -¿¡por qué no hacés nada!?
La respuesta serena, el "ya va a pasar todo" le fue tan ajeno que en ese momento odió ser un niño aún para entenderlo. Abrazaba sus pies, pero ella lo quitaba.
Este es el primer recuerdo que tengo de haber pedido ayuda a otra persona, llegue a pensar que se pelean por mi culpa.

Su mirada de ira:
Cuando uno es un niño la imaginación puede transportarlo a cualquier sitio, por ejemplo en esa época algunos soñaban con ir a walt disney, otros a ir al parque de la costa. Sin embargo Esteban no podía en ese momento escapar y soñar y dejar de mirar los ojos de la ira paterna.
Tironeándose el pelo mientras se revuelcan en el piso, forcejeando y las piñas, los arañazos, las puteadas, los dientes que chirriaban. Como en todo recuerdo hay espacio para la fabulación, la sumatoria puede ser una reconstrucción, pero cada evento existió por si mismo y no pudo ser imaginado.
Esteban sigue sin soñar con Pluto, o el pato Donald, en la época de la tv por cable esteban seguía perturbado imaginando los ojos de su padre luego de que rompió todas las ropas de su madre. Luego de amenazarla de muerte.
Luego de matarla.


Me acostumbré:
Yo no guardo rencor por mi padre, ni lástima por mi madre. Estoy cohibido de sentir, igual que mis hermanos. Estamos tristemente acostumbrados a la violencia. Profesores que acosan sexualmente a sus alumnas, jefes que toman de punto a sus empleadas menospreciándolas, médicos que no escuchan a sus pacientes, gobiernos que mienten y defraudan a sus electores y padres que les pegan a sus hijos; Este mundo pareciera ser nos quiso acostumbrar.
Hernán R.


No quiero ser como mis padres:
Mi psicólogo me insta a tomar responsabilidades. Soy de esas personas que tuvo una infancia feliz pero solo una cosa me hizo ruido; me juré a los cortos diez años no formar una pareja porque las parejas tienen hijos, y cuando los papás se pegan los niños son los que sufren. Básicamente si yo crecía iba a tener un marido que me iba a meter los cuernos, y yo iba a tener que cagarlo a palos, y él me iba a terminar matando. Creía que ofrecer ese espectáculo era innecesario, ¿qué sentido tiene tener hijos si ellos van a sufrir tanto?
Anónimo.


Me criaron así:
Estuve en pareja poco tiempo. Me puse muy triste cuando me separé la última vez.
Resulta que tengo un imán de tipos casados, de pendejos de novio, de todo. Seguramente algo debo tener, no puedo confiar en nadie que apenas les doy un espacio quieren ir a la cama. Pero no les daba bola, quedaban ahí.
Tengo la desgracia que mi última pareja me tildó de puta porque algunas noches me llegaban mensajes de texto de mis conocidos con este mensaje: “hola preciosa ¿Qué hacías?”. Nunca los bloquee porque jamás imaginé las consecuencias, no imaginé que mi ex me revisaba el celular.
Me dio pena porque mi hija, ella es amorosa, chiquita y después de casi diez meses se había encariñado con él. Pero bueno, la vida es así, son tipos que quieren usarme y se van o quieren estabilidad pero son muy celosos, y yo necesito estar con alguien. No me imagino sin nadie que me acompañe, me criaron así.
Lidia.


Papá se hacía la víctima:
Creo que nunca pensé que a la mujer había que pegarle, porque mi mamá era una mujer. Pero tampoco podía entender porque mi papá le pegaba, le gritaba, la celaba... causa y efecto, seguramente "ella algo le hacía". Mientras ellos se destrozaban yo les gritaba "¿porqué le pegás?". A papá, y a mamá.
Cuando papá la tenía en el suelo, yo preguntaba ¿Porqué le pegas? y él que la tiraba del pelo decía con la voz algo quebrada "¿no ves que ella me está lastimando?". Entonces yo le decía a mamá que tenía la cabeza hacia atrás por el tirón de pelos y sus uñas clavadas en el cuello de él; que lo deje de lastimar así le suelta. Mamá atinaba a decirme "decile que me suelte, mirá como me tiene!"
Ernesto.


Juegos de adultos:
Los episodios de violencia eran tan ridículos que yo pensaba que mamá y papá necesitaban pegarse cada tanto tiempo, que era algo hasta esperable, tácito, previsible, agendado; nunca me puse a pensar en la próxima pelea, porque las aborrecía, no eran divertidas, yo no podía jugar con ellos, era como la sexualidad; estaba pero hablar de eso era como un tabú, eran cosas que estaban pero no se sabían a ciencia cierta para los de nuestra edad.
De alguna manera agradecí que fuesen tan violentos, era la manera de decirme que yo no era la causa de sus problemas, si rompía un vaso, o me sacaba un uno en la escuela simplemente me pegaban a mí, no se tenían que pegar entre ellos. De hecho ¿Por qué problema se pegaban? Era ridículo al nivel que no había razones, simplemente sucedía y después era como si nada; el silencio, mamá no decía nada al respecto y él tampoco.
Sé que vengo de una época donde era normal, pero ya pasó mucho tiempo y creo que ya no quiero callarlo más. He sido muy sumisa toda mi vida y eso no está bueno.
Titina.


Buscarla con un destornillador:
Podría haber quedado huérfano de padre o madre. A juzgar por las lecciones de mi padre diría que él le habría matado fácilmente, sino pensemos juntos ¿Por qué un padre le enseña a su hijo de siete años que nunca apuñale a nadie con un cuchillo sino con un destornillador?
Recuerdo que salíamos los tres a buscar a mi madre, a seguirla en secreto, para ver si estaba "con un tipo". ¿Cuál es el problema si está con un tipo a la una de la mañana? Eran noches extrañas, eran como pesadillas muy leves, como sueños turbios, que te impiden sacar conclusiones.
Marquitos.


Como si mi madre fuese una mierda…
Vi como mi papá le pegaba a mi mamá, pero nadie más vio nada, ni vecinos, ni familiares... nadie. Nadie se mete, nadie habla, nadie comenta, nadie acompaña... es como si no hubiera sangre y dolor. Es como si una fuera una mierda, y que tu madre es otra mierda, y que la mierda que hace tu padre es una mierda más, típica de un pobre infeliz.
¿Pero quién se interesa en los sentimientos de una niña?
Carolina.


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Desterremos la violencia social de cuajo, solidaridad por cada mujer violentada por su género. Solidaridad por cada voz enmudecida por la tradición patriarcal. Solidaridad, simplemente solidaridad Y LUCHA!
-Aborto Legal, su cuerpo, su decisión.
-Plena aplicación de la figura de Femicidio en la Justicia.
-Registro REAL y PUBLICO de los Femicidios a nivel NACIONAL.
-Basta de doble moral de políticos y comunicadores sociales; quién pregona la igualdad de género debe aplicarla en su vida privada todos los días.
-Comisarías de la mujer transparentes y con pleno funcionamiento.
-Salario y condiciones laborales justas y equitativas.
-Creación de la conciencia social NO misógina, NO hetero-patriarcal, NO cosificadora de la mujer.
-Trabajar en casa es trabajar, la empleada doméstica no es un objeto de uso.
EQUIPO DE REDACCION DE BALVANERA


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